Día 14, perdidos en la niebla

Otro día más en la cantina, pero bueno, siendo el penúltimo había que hacerlo bien. Y... ¿qué mejor manera que preparar unas migas (breadcrumbs) con su chorizo de Navarra, su panceta... Esto es cocina light y lo demás es tontería. Y a falta de algo mejor, aceite de oliva neerlandés. En definitiva, no salieron tan mal como se esperaba.


Por la noche ya teníamos plan desde hace una semana: Club NOA. No se podía rechazar una invitación por parte de nuestras buddies así que, a pesar del cansancio acumulado, tocaba fiesta, fiesta y más fiesta. Para empezar, un rato de charla en un garito holandés en Leeuwarden (donde, por cierto... ¡trabaja el señor Koothrapali! Buajajajajaja). Después, rato en NOA, con su típica música ratonera, y gente de todo tipo... Desde micro-chinos con peinados de vértigo, hasta rastafaris escuchando chunda-chunda... Crisol de culturas, si...


Lo más interesante de toda la noche (a parte de que sólo se pudo dormir 1 hora antes de volver a la universidad...) fue que la carretera de vuelta estaba cortada, y nos encontrábamos a las 4 de la noche, perdidos por carreteras terciarias, con una niebla que, realmente, daba miedo atravesar, y con unas curvas que conseguirían hacerte caer al río si superabas los 10km/h y no estabas algo atento...