Después de la comida, hoy toca: ¡Leeuwarden! Primero un paseo hasta la estación (unos 15 minutos a paso normal...), después, averiguar qué billete había que coger y saber si ibamos a poder a volver de allí... porque para entender los horarios de los trenes costó Dios, ayuda, y un diccionario fantástico de holandés... Jajajaja.
5 minutos en tren, y nos presentamos en Leeuwarden, una "ciudad", la capital de la provincia de Frisia. Aquí si que había mucho más movimiento, es el centro de ocio y se nota... ¡para cruzar la acera sin que una bicicleta te atropelle es más cuestión de suerte que de otra cosa! Tiendas, tiendas y más tiendas, paseo por la "calle roja", y parada en un típico bar holandés a tomar unas cervezas (yo, café), y de vuelta a Grou.
Después de una paliza considerable, esta noche tocaba ¿fiesta? Bueno, no podemos llamarlo realmente así, porque parece que a las 12 de la noche está practicamente todo el mundo en su casa de vuelta (teniendo en cuenta que cenan a las 6...). O eso, o que la Discotheek es un sitio muerto desde su nacimiento...
Y, para terminar... de vuelta a casa... fue mirar hacia arriba... Jamás había visto un cielo tan precioso... Aiss... Dibujar constelaciones a boli...
Aquí fiesta hay. Y solo por ver cómo bailan los alemanes merece la pena salir un poco. Increíble, lo nunca visto...
ResponderEliminar